"Quienes se desmovilizan no tienen ninguna corona":
Ernesto Agazzi, senador de Uruguay y exmilitante del Movimiento de
Liberación Nacional Tupamaros, habló sobre el proceso de paz que se adelanta en
Colombia entre el Gobierno y las Farc.
"En Uruguay hubo reparaciones para las víctimas, los insurgentes no
practicamos ni la tortura, ni la desaparición. Por parte del Estado hubo
ejecuciones de todo tipo. Estas cosas están tipificadas por la gravedad",
dijo Ernesto Agazzi, exguerrillero uruguayo.
Ernesto Agazzi, quien fue militante del Movimiento de Liberación Nacional
Tupamaros y ahora es senador de Uruguay, dice que no debe existir impunidad en
el proceso de paz colombiano. Desde su experiencia en la reintegración a la
sociedad civil hace más de 20 años, sostiene que todos los actores se deben
hacer responsables de sus acciones en la época del conflicto.
Agazzi estuvo en el Foro de Participación Política que se desarrolló en
Bogotá, donde habló con Colprensa.
En Colombia se ha suscitado la discusión sobre la posible llegada de las
Farc al Congreso ¿Deben hacer parte del parlamento colombiano?
Eso no tiene importancia, si alguien tiene una silla es porque el pueblo lo
decidió. La sociedad debe permitir que quienes participaron en las
confrontaciones tengan espacios democráticos en los debates políticos. Primero
deben ser juzgados por la justicia, haber una jurisprudencia de excepción que
no puede ser para trampear la legalidad. Eso debe hacerse, pero no para
perdonar sino para comprender el momento que vivió el país.
Dicen que en este proceso puede haber impunidad. ¿Usted que cree?
En ninguna sociedad se debe permitir la impunidad. Quien cometió un delito
debe dejar bien claro que lo cometió y por qué, además debe ser juzgado por la
legislación adoptada. En Uruguay tuvimos compañeros presos en condiciones
infrahumanas ya que la ley valoró la gravedad de las situaciones que tuvieron
que enfrentar por lo que decidió y planteó que cada año equivalía a tres años.
Vistos los delitos y las penas, su ciclo ya estaba cumplido porque se valoró lo
que había hecho y cómo lo había pagado. Allí no había impunidad.
¿Qué garantías debe brindar el Estado luego de un proceso de este tipo?
Colombia ya tuvo procesos así y no debe pasar lo mismo que con la Unión
Patriótica. De la honestidad con que se presenten las partes va a salir la
fortaleza de las herramientas.
Hay presuntos delitos cometidos por la guerrilla conexos al narcotráfico
¿Qué puede pasar en ese caso?
Nosotros no cometimos ninguno de los supuestos delitos de los que aquí se
habla. No nos quedamos con pozos petroleros, tampoco matamos población civil,
ni hubo injerencia del narcotráfico, pero ese fenómeno debe estar ante el
tratamiento jurídico y es complejo porque el narcotráfico tiende a construir un
estado jurídico paralelo, ahí habría que desenredar si fue un contacto con el
narcotráfico o habrá un ejercicio pleno de esa actividad. Creo que se van a discutir
los mecanismos de financiamiento de la insurgencia, habrá que juzgar y escuchar
verdades.
¿Debe haber garantías políticas especiales para las Farc?
En general hay garantías políticas para que toda la sociedad participe.
Quienes se desmovilizan no tienen ninguna corona como que para ellos tengan un
compromiso aparte del resto. Sin embargo, en Colombia hay una situación muy
particular. Hace mucho tiempo cuando se dio una organización política ellos
fueron asesinados, sería bueno que el Estado sea el garante de la participación
de los ciudadanos y que no permita que eso vuelva a suceder.
¿Usted cree que Colombia necesita una asamblea constituyente?
No sé si Colombia necesite una nueva Constitución. Pero lo que yo conozco
de los mecanismos de reforma constitucional es que son procesos largos, donde
debe opinar mucha gente, porque la Constitución como contrato de una sociedad
no se puede resolver con la mirada corta, no se puede cobrar al grito. Una cosa
es recuperar la libertad política y la libre participación en política y otra
reformar la constitución, primero debe haber una convicción nacional de que hay
que reformar eso.
¿Pensaron ustedes en participar en política luego de regresar a la sociedad
civil?
No. Nosotros hicimos varios actos públicos. Allí se toma mate y lo que
hicimos fue organizar unas tomadas públicas en las plazas para conversar con la
sociedad, con quienes asistieran, eso lo llamamos las mateadas, eran actos
donde le comunicábamos a la sociedad por qué lo habíamos hecho y cuáles fueron
las consecuencias. Durante ese tiempo ninguno de nosotros participó en listas
para aspirar a cargos públicos.
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