lunes, 22 de mayo de 2017

El Camino para Blindar los Acuerdos de Paz



Julio E. Higuera
Profesional en Estudios Políticos
Y Resolución de Conflictos

Ante las pretensiones del Centro Democrático de alcanzar el poder en el 2018, con el solo propósito de ¨hacer trizas los Acuerdos de Paz¨, alcanzados con la guerrilla de las Farc; el reciente fallo de la Corte Constitucional, que vulnera la Seguridad Jurídica del Acuerdo Final, colocando en riesgo la materialización de un proceso en su fase más importante de implementación como es la dejación de armas por parte de esa organización guerrillera, hasta llevarlo a un punto de no retorno; la perdida de interés en la agenda de los colombianos por los temas de paz, según la reciente encuesta de Invamer; traza el camino que le queda a las fuerzas que hacen parte de la coalición por la paz  y que es uno solo, ¨Ponerse de Acuerdo ¨, para llevar este proceso a buen término.

La pasada convención del Centro Democrático, en la que el Expresidente y Senador Álvaro Uribe Vélez, por ser un movimiento político autocrático donde la toma de decisiones está en sus manos, definió las líneas de acción de ese partido de extrema derecha, en la que buscaran una coalición con aquellos sectores que se han opuesto al proceso de implementación de los acuerdos, como Andrés Pastrana, Martha Lucia Ramírez y Alejandro Ordoñez, militares en retiro entre otros; con quienes coinciden en la necesidad de revisar los acuerdos firmados con las Farc.

En los sectores políticos comprometidos con la implementación de los acuerdos de paz, ha faltado mayor voluntad y compromiso político para aunar esfuerzos en la búsqueda de coincidencias, superando las diferencias, que les permita construir un acuerdo de unidad para presentar un candidato presidencial que exprese la voluntad ciudadana por la reconciliación, la paz definitiva, de lucha contra la corrupción y por una política de equidad y bienestar social en nuestro país, y así evitar que la amenaza de la “extrema derecha” den al traste con los logros alcanzados en el Acuerdo final de Paz, conduciéndonos, nuevamente, por el camino de los odios y la confrontación armada. 

El momento exige que tanto los dirigentes de los partidos políticos, así como los precandidatos conocidos hasta el momento, dejen de lado las pasiones y prevenciones en torno al propósito de una coalición por la paz, los egos que no les permite aceptar que en una democracia  toda aspiración es legítima y debe ser aceptada sin entrar a descalificarla; entendiendo que para alcanzar un acuerdo político se debe estar dispuesto a ser generoso, deponer las aspiraciones individuales en aras de blindar un proceso de paz que le ha traído grandes beneficios y tranquilidad a nuestro país, especialmente a los pobladores de las regiones en las que se sintió con mayor rigor el conflicto armado.

Lo ideal sería que las diferentes colectividades políticas, las organizaciones sociales, el sindicalismo, el sector empresarial, la intelectualidad, el sector de la cultural, los jóvenes, los campesinos, afrodescendientes, comunidad LGTBI, en fin la Colombia que clama y apoya la paz, entienda y tome como base de un acuerdo político, dirigido a alcanzar una amplia representación en el Congreso de la Republica, presentar un candidato único a la Presidencia y Vicepresidencia de la Republica; establecer una agenda política, en esta fase del postconflicto, para la continuación en la implementación de los acuerdos para la terminación del conflicto armado, la construcción de la paz y la reconciliación; de atención a las demandas sociales de la población, basados en el principio de transparencia y de rechazo a las prácticas corruptas; de respeto a la protesta ciudadana pacifica y a los Derechos Humanos; sin que ello implique respaldar incondicionalmente o perder la independencia para oponerse a las políticas del gobierno que no expresen las aspiraciones ciudadanas de bienestar, equidad social, y que afectan la calidad de vida y los derechos de la población más vulnerable.

domingo, 7 de mayo de 2017

Coalición de Derecha

II Convención del Centro Democratico, Bogotá D. C. Mayo 6 de 2017


Julio E. Higuera
Profesional en Estudios Políticos
Y Resolución de Conflictos

No podían ser más claros y elocuentes los lineamientos del Centro Democrático, trazados por el recién nombrado Director Honorario, Fernando Londoño; en su intervención en la II Convención del Partido. Para el Exministro la denominación de Centro, no es más que una circunstancia fortuita, pues en su opinión, políticamente el CD es un partido de derecha en su concepción, alejado de cualquier pensamiento de centro.

Coherente con la definición de Fernando Londoño, el Expresidente Alvaro Uribe, Jefe del Centro Democrático, manifiesta que buscaran una coalición con sectores políticos, especialmente conservadores, para alcanzar el poder en el 2018. Con esa decisión tomada en la II Convención queda despejada la ruta a seguir por ese Partido, descartando cualquier posibilidad de acuerdos con otros sectores políticos y de izquierda, con los que no son afines, y por el contrario son diametralmente diferentes en sus propuestas políticas.

Mientras que para el Centro Democrático, la recuperación del poder en el 2018, tiene como fin “volver trizas los Acuerdos de Paz” firmados con la guerrilla de las Farc y llevar al país a un nuevo periodo de confrontación armada; los sectores democráticos y de izquierda, plantean la necesidad de consolidar la paz y la reconciliación, avanzando en la implementación de  los acuerdos, así como en lograr avances en los diálogos con el ELN, que pongan fin al conflicto armado con ese grupo guerrillero y alcanzar la paz definitiva.  

Para el Senador Alvaro Uribe, la prioridad es alcanzar un acuerdo con sectores conservadores, cercanos a la Exministra Martha Lucia Ramírez, al Ex procurador Alejandro Ordoñez y al Expresidente Andrés Pastrana, de ingrata recordación, por que en su afán de buscar un acuerdo de paz con las Farc, despejó 5 municipios del Meta y Caquetá, con un área de extensión de 42.000 Km2, por cerca de 4 años, otorgándole prerrogativas a ese grupo guerrillero, que le permitieron acentuarse a lo largo de toda la zona de distensión y con sus acciones permear la autoridad del Estado, llevando acciones que atentaban contra la seguridad de los habitantes de esos municipios, como la extorsión a los ciudadanos, el robo de ganado, fortaleciéndose militarmente con el reclutamiento de jóvenes de la región, creando corredores para el traslado de secuestrados a esos territoritos, así como para el tráfico de drogas y armas; mientras ese Gobierno hacia oídos sordos a las denuncias de la comunidad, por hechos que se venían cometiendo violatorios de los derechos fundamentales de los habitantes, consagrados en la constitución política y protegidos por el Derecho Internacional Humanitario. 

Estas decisiones salidas de esta II Convención del Centro Democrático despejan el camino hacia las elecciones del 2018, y seremos los colombianos que en el ejercicio de nuestros derechos ciudadanos, decidamos en las elecciones de marzo para Congreso de la Republica, así como en los meses de mayo junio en primera y segunda vuelta, el nuevo Presidente y Vicepresidente de la Republica; si continuamos por el camino de la Paz y la Reconciliación, o definitivamente nos acostumbramos a los horrores de la guerra, y continuar alimentando nuestros odios y deseos de venganza, optando por el camino de la reactivación de la confrontación armada y el terrorismo que ya ha dejado miles de muertos, con millones de compatriotas desplazados y despojados de sus tierras, víctimas que hoy nos reclaman al resto de colombianos, que no hemos vivido con la misma intensidad la guerra, darles una oportunidad de vivir en un país en paz,  reconciliado y con equidad social.