miércoles, 9 de mayo de 2018

JJ RENDON Y LA GUERRA SUCIA EN LA CAMPAÑA ELECTORAL



Julio E. Higuera
 
El publicista venezolano Juan José Rendón, conocido como JJ Rendón,  anunció su intromisión en el próximo debate electoral para la Presidencia, sin entrar a aclarar que campaña lo contrataría, con el propósito de derrotar al candidato de la Colombia Humana: “Haré todo lo que esté a mi alcance para que Gustavo Petro no llegue a la Presidencia”, manifestó; anticipando lo que será su funesta y mercenaria injerencia en el debate electoral en nuestro país.

El señor Rendo es un reconocido mercader de derecha especializado en diseñar campañas de guerra sucia y ataques dirigidas a enlodar el nombre y la imagen de los contradictores políticos de quien lo contrata. Se vende sin ningún tipo de escrúpulos, bajo el lema que para alcanzar el objetivo “todo vale”.  Es un personaje siniestro, carente de principios y valores, para él la política es ganar por ganar, sin importarle el proyecto de gobierno ni la visión de Estado que se tenga. Llega a nuestro país en el año 2006 y desde esa época presta sus servicios para asesorar campañas, utilizando la mentira y escándalos para desviar la atención y debilitar al contrincante.

Pero al parecer su maquiavélica labor no se limitara a calumniar a una sola campaña. Las imágenes divulgadas por las redes sociales, en las que se aprecia a mujeres en bikini entregando publicidad del Candidato German Vargas Lleras, enciende las alarmas, en lo que puede significar una nueva etapa de guerra sucia en contra de las diferentes campañas, alimentadas desde sectores de la extrema derecha, que pueden terminar causando un nuevo periodo de violencia con orígenes políticos. Más allá de las diferencias políticas que se puedan presentar entre los diferentes candidatos, el Gobierno Nacional, los partidos políticos, los gremios económicos y empresariales, las organizaciones sociales, y la ciudadanía en general debemos repudiar esas prácticas, así como la vinculación a campañas políticas de personajes tan siniestros sembradores de odio como el señor JJ Rendón.

La historia en los dos últimos siglos de los procesos electorales para presidencia de la republica, están marcadas por eventos de intolerancia y violencia política que le ha costado la vida a destacados candidatos presidenciales, que van desde el asesinato de Jorge Eliecer Gaita, hasta el magnicidio de Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo. Luis Carlos Galán y Carlos Pizarro.

La amenaza de utilizar la calumnia, la mentira y el enlodamiento de cualquiera de las campañas o candidatos presidenciales, es un problema ético de importancia mayor, al que no podemos ver con indiferencia o hacernos cómplices de estas canalladas, reproduciendo ese tipo de mensajes, sin tener fresca en nuestra memoria los episodios violentos por los que hemos atravesados, en un mundo dominado por el desarrollo de la tecnología, la cual es utilizada en una guerra mediática sin control y  que nos puede acarrear graves y trágicas consecuencias.

La polarización reinante en el país,  la crisis y desconfianza ciudadana en las instituciones del estado,  envueltas en escándalos de corrupción, exigen que este sea un proceso electoral  basado en el respeto y el debate en el campo de las ideas, de ruptura con las prácticas de guerra sucia entre las campañas, con un sistema electoral que garantice la transparencia en los resultados  que legitime la elección de quienes resulten ganadores, en primera vuelta o de quien sea elegido el 27 de mayo, posibilidad que no se pueda descartar, como el Presidente de los Colombianos, para el periodo 2018 – 2022, sin que exista sombra de dudas sobre los resultados entregados.