miércoles, 15 de agosto de 2018

El Uribismo Busca Deslegitimar la Consulta Anticorrupción.


Julio E. Higuera
Director Dialogo Ciudadano

Los Ciudadanos nuevamente saldremos a las urnas el próximo 26 de Agosto del 2018, para participar en la Consulta Popular Anticorrupción, en la que mediante el voto, manifestaremos el respaldo o rechazo a las 7 preguntas que aparecerán en el tarjetón y que se fundamentan en temas relacionados con el salario y el límite de los periodos para los que pueden ser elegidos congresistas, diputados, concejales y miembros de las Juntas Administradoras Locales; que las personas condenadas por delitos de corrupción cumplan la totalidad de las penas en centros carcelarios sin ningún tipo de privilegio; que el sistema de contratación en el sector público sea transparente, mediante la utilización de pliegos tipo; fortalecer la democracia participativa a través de la realización de audiencias públicas, para que con la participación de la ciudadanía se priorice la inversión social en el orden nacional y regional; que los ciudadanos elegidos con el voto popular realicen audiencias de rendición de cuentas sobre su gestión en la corporación para la cual fue elegido y hacer pública sus declaraciones de renta.

Para que el mandato de la Consulta se cumpla, sea tramitado y aprobado por el Congreso de la República, debe contar con la participación de más de 12 millones de colombianos para alcanzar el umbral requerido y que el 50% de los votos depositados sean por el Si en cada una de las 7 preguntas.

La convocatoria de la consulta es el resultado de un proceso en el que cerca de 4.3 millones de colombianos, con su firma, respaldaron la iniciativa impulsada por un grupo de ciudadanos,  sectores políticos y sociales del país; en un esfuerzo para poner fin a las prácticas corruptas en el sector público y de respuesta de la ciudadanía a la clase política con asiento en el congreso, que no ha sido capaz de auto regularse, aprobando iniciativas que se han presentado a su consideración, hundiéndolas, situación por la cual se recurrió a este mecanismo de participación ciudadana.

Pese a que todos los partidos y movimientos políticos manifestaron su respaldo a esta iniciativa ciudadana, durante la pasada campaña electoral para Congreso y Presidencia de la República; el Centro Democrático, una vez elegido y posesionado Iván Duque como nuevo Presidente de la Republica, reversa su decisión de respaldo, manifestando que se debe tramitar la iniciativa presentada por el nuevo gobierno a consideración del Congreso de la República, con el agravante que al no contar con la fuerza y presión electoral de la  ciudadanía, fácilmente puede ser hundida, nuevamente como ha ocurrido en el pasado.

Mientras el Uribismo busca debilitar la Consulta Anticorrupción, desorientando a la ciudadanía sobre la importancia de este proceso democrático, recurriendo a estrategias de desinformación sobre los altos costos de este proceso electoral; generando nubarrones de dudas sobre los dirigentes políticos y sociales, promotores de este proceso; utilizando las redes sociales para inundarlas de campañas de desinformación destinadas dirigidas a generar pánico entre la ciudadanía y deslegitimar este proceso democrático, el Presidente del Senado Ernesto Macías, no solo manifiesta su oposición a la reducción del salario de los Congresistas y Altos Funcionarios del Estado, sino que mediante una resolución modifica las reglas de juego para la elección del Nuevo Contralor de la Nación, en una clara intención de favorecimiento al nombramiento de Félix Lafaurie, esposo de la Senadora Maria Fernanda Cabal y miembro del Centro Democrático, para ese cargo.

Ante este panorama debemos reivindicar el derecho legítimo de los ciudadanos a acudir a este mecanismo de participación ciudadana para exigirle a la dirigencia política con presencia en el Congreso de la República, aprobar este mandato ciudadano dirigido a abolir las prácticas corruptas en el ejercicio de la función pública, para que los más de 50 billones de pesos, que son desviados para el pago de coimas o “comisiones de éxito”, sean destinadas para mejorar las condiciones y calidad de vida de los sectores más vulnerable, especialmente de la población infantil, hoy afectada por graves problemas de desnutrición y de atención en materia de salud a los pobladores más pobres de nuestro país.