viernes, 9 de diciembre de 2016

Los Conversatorios Ciudadanos: Espacios para el Dialogo, la Reconciliación y el Desarrollo Social en el Valle del Cauca.

Conversatorio Ciudadano en el Municipio de la Unión - Valle del Cauca


Julio E. Higuera
Politólogo

Los Conversatorios Ciudadanos tienen como objetivo facilitar el diálogo entre la comunidad y el gobierno departamental, en el campo del desarrollo y aplicación de las políticas públicas especialmente en materia de inversión social; es la oportunidad para que los ciudadanos expresen sus demandas en salud, educación, deporte, cultura seguridad, saneamiento básico, emprendimiento, entre otros.

Para la Gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, estos diálogos son una herramienta que fortalece la política pública transparente de interacción, acercamiento y comunicación entre la administración departamental, con la comunidad, fortaleciendo sus capacidades en la gestión de políticas públicas, garantizando la expresión libre y espontanea de los ciudadanos, escuchando sus necesidades en materia social, así como de concertación con los gobiernos locales para la acción efectiva en la gestión institucional para el desarrollo social de la población en concurrencia con el sector público y privado, la Asamblea Departamental, los Concejos Municipales, las autoridades militares y de policía.

Para la implementación de este ejercicio de participación ciudadana, coordinado por la Secretaria General de la Gobernación del Valle, se conformo un equipo de Enlace con representantes de las diferentes Secretarias y entidades descentralizadas del Gobierno Departamental, que en un primer ejercicio realiza reuniones preparatorias, en coordinación con las administraciones municipales, en cada uno de los 42 municipios. En estos talleres se trabaja en mesas temáticas en la que los representantes de la comunidad expresan sus demandas en materia de inversión social y al final de la sesión se designa un Vocero quien tiene la responsabilidad de representarlos en el conversatorio con la señora Gobernadora.

En el desarrollo del Conversatorio Ciudadano, cada Vocero presenta las solicitudes de la comunidad, acordadas en la mesa,  recibiendo respuesta de la Gobernadora, comprometiendo recursos en proyectos que estén enmarcados dentro los objetivos de los Planes de Desarrollo Departamental y Municipal y de acuerdo a la disponibilidad de recursos con los que cuenta el departamento.


De igual forma se establece un diálogo directo entre la comunidad y cada uno de los Altos Funcionario del Departamento, quien de acuerdo a los proyectos priorizados, por la Gobernadora, establecen una agenda de trabajo y de atención a la comunidad beneficiada.

Una vez concluida esta primera etapa de diálogo directo con la comunidad, se inicia la fase de ejecución de los compromisos, los cuales quedan registrados en la relatoría y memorias del conversatorio, documentos base para que en un segundo tiempo el gobierno departamental, conjuntamente con la comunidad realicen el seguimiento y evaluación al cumplimiento de los acuerdos.

Esta estrategia de participación ciudadana se convierte en un elemento fundamental para el fortalecimiento de la democracia participativa, reconocido y valorado por el gobierno nacional, permitiendo el contacto directo del gobierno departamental con las  comunidades y los gobiernos municipales, pactándose recursos y programas de inversión social que aportaran al desarrollo social en esas regiones, en el mejoramiento de la calidad de vida de sus pobladores y en el fortaleciendo de sus organizaciones sociales; como un aporte a la paz, la reconciliación y convivencia ciudadana.

jueves, 17 de noviembre de 2016

¡La Implementación de los Acuerdos de Paz debe ser Ya!



Julio E. Higuera
Politólogo

Ya se cumplen 4 años desde el inicio formal de los Diálogos de Paz del Gobierno de Juan Manuel Santos con la Farc en la Habana. El 26 de septiembre del 2016, el Presidente Santos y el máximo Jefe de las Farc  Rodrigo Londoño, firman el Acuerdo de Paz, el cual fue sometido al Plebiscito Refrendario, el 2 de octubre del 2016, en la que el 50.21% de los colombianos no aprobaron el Acuerdo frente al 49.78% que respaldaron lo acordado en la Habana, con una abstención del 60%, de los ciudadanos aptos para sufragar.

Con estos resultados, en los que los partidarios del NO ganaron por un margen mínimo, los acuerdos no se podían implementar, generando en las semanas siguientes al plebiscito, que miles de colombianos en el país como residentes en el exterior se movilizaran en respaldo a los acuerdos de la Habana, exigiéndole al gobierno nacional y a la guerrilla de las Farc, no retroceder en el logro de alcanzar la paz y el fin del conflicto, en una clara demostración que la paz y la reconciliación se construye con la participación y respaldo activo de los ciudadanos, y no a través de acuerdos políticos entre los partidarios del SI y el NO, desconociendo el verdadero Pacto Nacional que se vive en las calles y en los campamentos por la paz instalados en diferentes ciudades del país.

Ante la nueva realidad política por los resultados  del plebiscito y las movilizaciones ciudadanas, el Gobierno Nacional y las Farc, manifiestan su voluntad de alcanzar la paz, y deciden escuchar a los diferentes sectores de la sociedad, incluyendo los partidarios del NO, para conocer sus preocupaciones y observaciones las que fueron revisadas e incluidas, en su mayoria, en el nuevo Acuerdo alcanzado y firmado el pasado 12 de noviembre en la Habana.

Los  hechos ocurridos, en los que murieron dos guerrilleros de las Farc al Sur de Bolivar, muestra la fragilidad del Cese al Fuego Bilateral, exigiendo la implementación inmediata de los nuevos acuerdos, y no caer en el juego del Centro Democrático y algunos sectores del NO, que buscan dilatar, con fines electoreros, la puesta en marcha de los acuerdos, para pasar a la fase de concentración de los miembros de las Farc en las zonas Veredales transitorias de Normalización y los Puntos Transitorios de Normalización e iniciar la dejación de las armas y su desmovilización definitiva.

Para la refrendación de los nuevos Acuerdos de Paz existen varias alternativas, que van desde la convocatoria a una nueva consulta,  a través de los mecanismos de participación ciudadana, o vía el Congreso de la República. En las condiciones actuales y frente a la fragilidad de este proceso, el camino más expedito es el Congreso de la República.

Los ciudadanos debemos apropiarnos, desde los territorios, de los acuerdos, y mediante acciones e iniciativas ciudadanas, campañas a través de las redes sociales, como el Firmaton Mundial de apoyo a los nuevos acuerdos, manifestar nuestro respaldo para poner fin a más de 50 años de conflicto armado y avanzar en la construcción de una paz estable y duradera en Colombia.  

viernes, 14 de octubre de 2016

Los Diálogos de Paz son Irreversibles



Julio E. Higuera
Politólogo

Son muchos los esfuerzos realizados por diferentes gobiernos, dirigidos a alcanzar la paz y reconciliación de los colombianos; resistiendo la presión de sectores de la extrema derecha interesados en mantener y alimentar la guerra y el odio entre los colombianos.  

En la década de los 80, durante el gobierno de Belisario Betancourt, se abre un proceso de paz con las FARC, en el que se sello un primer acuerdo de cese al fuego, dando origen a la Unión Patriótica; como fuerza política alternativa. Sin embargo ese partido fue exterminado por lo sectores radicales enemigos de la paz, aliados al narcotráfico y al paramilitarismo. En ese mismo periodo se realizaron conversaciones con el ELN y EPL, pero todos estos acercamientos fracasaron, ante el incumplimiento de las partes a lo pactado, la reactivación de las acciones militares y ataques a la población civil de la guerrilla y el accionar criminal de los grupos paramilitares.

Durante los Gobiernos de Virgilio Barco, se alcanza un acuerdo con el M19, que logra la desmovilización de ese grupo guerrillero y en el Gobierno de Cesar Gaviria se inicia una nueva fase de diálogos de paz con las FARC, pese a que las fuerzas militares bombardeaban la sede del Secretariado de las Farc, en Casa Verde, en momentos en que los colombianos asistíamos a un proceso democrático en el que se elegirían los 70 representantes de la Asamblea Nacional Constituyente. En ese periodo se alcanzan acuerdos de paz y desmovilización con el PRT, el Movimiento Indígena Quintín Lame, la Corriente de Renovación Socialista, fracción del ELN y el EPL, mientras que la Farc y el ELN se mantienen en su lucha armada.

Andres Pastrana, inicio diálogos con las Farc en el Caguan, previo al despeje de 42.000 kilómetros, para la concentración de los equipos negociadores de esa organización guerrillera.  Durante los casi tres años de negociaciones, la zona de despeje se convirtió en un santuario controlado por las Farc, en el que se cometieron una serie de irregularidades, que iban desde secuestros a civiles, dirigentes políticos, militares y policías; extorsiones a comerciantes e industriales, hasta la planeación de ataques a instalaciones militares y de la policía, afectando a la población civil, sin que el gobierno tomara medidas que pusieran fin a los excesivos abusos y acciones de la guerrilla. Este frustrado proceso llega a su fin tras el secuestro del ex congresista Luis Eduardo Gechen en un vuelo comercial, por parte de la columna Teófilo Forero de la Farc.

Durante el Gobierno de Alvaro Uribe, no se llevaron a cabo diálogos con la guerrillas, solo hubo acercamientos humanitarios para la liberación de secuestrados.

Pese a la desconfianza y escepticismo de los colombianos, al ver frustradas las posibilidades de alcanzar la paz, en procesos anteriores, sumado a las acciones violentas de la guerrilla, el Presidente Juan Manuel Santos inicia diálogos con la Farc en la Habana, enfrentando la férrea  oposición de Alvaro Uribe y el Centro Democrático, el ex procurador Alejandro Ordoñez, algunos sectores del conservatismo, sectores de la extrema derecha y algunos medios de comunicación, que señalaban de inconvenientes lo acordado en la Habana, manifestando reparos al Marco Jurídico para la Paz, por considerar, en opinión de ellos, que los miembros de las Farc serian “eximidos de la responsabilidad en delitos de lesa humanidad”, así como en el punto sobre la participación política de los miembros de esa organización guerrillera.

En el desarrollo de los diálogos en la Habana, se presentaron episodios tensos que generaron crisis en las negociaciones, pero aun en medio de esas crisis, la campaña desinformadora, llena de calumnias y mentiras del uribismo, se logro construir confianzas entre las dos delegaciones negociadoras, permitiendo que el Presidente Santos y Rodrigo Londoño, Comandante de las FARC suscribieran el Acuerdo Final de Paz, previa a la refrendación de los mismos en la X Conferencia Nacional de las Farc.

La última prueba de fuego para los diálogos seria la refrendación o el rechazo, a los acuerdos, a través del plebiscito, convocado por el Presidente para el 2 de octubre pasado. El resultado fue favorable a los partidarios del NO,  abriendo una nueva etapa del proceso de paz, en la que se busca un gran acuerdo nacional, con todos los sectores políticos, sociales y religiosos, que permita mejorar los  acuerdos a los que ya se han llegado, recogiendo las observaciones de los opositores a los mismos. Las Farc han manifestado su disposición a escuchar las diferentes opiniones e introducir ajustes en algunos de los puntos.

Paralelo a esos acercamientos entre los diferentes sectores políticos y de las fuerzas vivas del país, se viene generando un gran movimiento ciudadano en el país, que mediante movilizaciones masivas, lideradas por jóvenes universitarios, organizaciones campesinas e indígenas, de regiones afectadas por el flagelo de la guerra, le exigen al Gobierno, a las Farc y a las fuerzas promotoras del SI y el NO, que alcance un acuerdo definitivo de paz, bajo la consigna ¡Acuerdos de Paz Ya!

La voluntad indeclinable del Presidente Santos y las Farc de continuar defendiendo este proceso de diálogo, el apoyo ciudadano expresados en las masivas marchas, el acompañamiento de la comunidad internacional; así como el inicio de la fase publica de negociaciones con el ELN, previa a la liberación de los secuestrados en su poder; nos indican que el fin del conflicto armado y el alcance de la paz definitiva, constituye en un hecho histórico imparable e irreversible, que los colombianos debemos acompañar y defender, para que las pretensiones de algunos sectores de dilatar el proceso, alimentados por el odio y los cálculos políticos, presentando propuestas poco realista con las que buscan la claudicación de la guerrilla, negándoles la posibilidad de ejercer la política sin armas, buscando su sometimiento a la justicia; desconociendo que este es un proceso de negociación política entre un movimiento insurgente con una plataforma política y el Estado Colombiano, que en cumplimiento de un mandato constitucional, trabaja por entregar a los colombianos un país sin violencia armada, reconciliado, con plenas garantías de seguridad, de respeto a los derechos humanos y de las libertades democráticas.

jueves, 22 de septiembre de 2016

La Campaña contra el Si al Plebiscito, NO debe basarse en mentiras



Julio E. Higuera
Politólogo

Que Timochenko va a ser el próximo Presidente de Colombia, que le van a reducir las mesadas a los pensionados para subsidiar los sueldos de los desmovilizados de las Farc, que Colombia va hacia un modelo Castro-Chavista, en la que el Gobierno está negociando el modelo de Estado, planeando abolir la propiedad privada; son parte de la cantidad inverosímil de calumnias, desinformación, mentiras y propaganda negra, con que los enemigos del proceso de paz, impulsan la campaña del NO a la refrendación de los acuerdos. 

Es tal la obsesión de los partidarios del NO, que se convierten en mentirosos compulsivos, con el solo propósito de ganar adeptos a su movimiento. 

Bienvenidas las críticas a los Acuerdo de la Habana, o a oponerse a la Refrendación ciudadana con el SI a los acuerdos; pero siempre y cuando los argumentos que sean expuestos correspondan a la verdad, como resultado de un análisis juicioso y responsable del documento que contiene el Acuerdo Final.

Lo que el país no puede aceptar, es que los mitómanos* del NO, sigan conduciendo a una parte de la población por el camino del temor con descabellados argumentos, sin querer entender que después de 60 años de una guerra que deja más de 6 millones de víctimas, entre muertos, heridos, mutilados, desaparecidos y desplazados, hoy tenemos la gran oportunidad irrepetible de cerrar un largo capítulo de violencia que nos ha marcado durante muchas décadas.

Los colombianos no podemos seguir acostumbrándonos al conflicto; en que nos parece mejor la certidumbre de la guerra, con los muertos que colocarán seguramente otros compatriotas, especialmente en las regiones más apartadas, pobres y campesinas del país, alimentando los odios contra quienes consideran sus enemigos; que afrontar la incertidumbre de la paz, en la búsqueda de la reconciliación nacional. 

Contrario a lo que opinan los contradictores de los acuerdos con la Farc; el plebiscito es un mecanismo mediante el cual los colombianos, votando por el SI, manifestaremos el rechazo a la utilización de las armas, como instrumento político, enviándole un mensaje claro y tajante a las organizaciones guerrilleras, que persisten en la lucha armada, para que abandonen esa práctica, liberen a los secuestrados y tomen el camino del dialogo para poner fin a sus acciones criminales.

Los colombianos debemos ser conscientes que poner fin al conflicto con las Farc, es una paz relativa, pues no puede haber paz definitiva mientras persistan otros actores de la violencia; pero por tratarse de un acuerdo con la organización guerrillera más antigua y con mayor trayectoria y capacidad bélica para hacer daño en el país, es el avance más importante, durante los últimos 40 años, en la búsqueda de la paz y la reconciliación.

La decisión que ahora se nos viene, con nuestra participación en el plebiscito, exigirá que actuemos con responsabilidad y sensatez, informándonos bien, antes de tomar una decisión definitiva, que seamos capaces de estar a la altura del momento, pues en ultimas estamos definiendo el futuro de nuestro país y de las nuevas generaciones de colombianos durante el presente siglo, como es dejar una Colombia en paz y reconciliada.


* Para los psiquiatras la Mitomanía, es un término aplicado para nombrar el comportamiento de los mentirosos compulsivos o habituales.