lunes, 2 de octubre de 2017

Elecciones 2018. ¿Seguirán Repitiendo la Historia?


Julio E. Higuera

Ariel Avila, investigador de la Fundación Paz & Reconciliación, percibe como trágico el futuro de los sectores independientes y de izquierda, de cara a las elecciones del 2018. Las razones que expone entre otras son, los crímenes contra líderes sociales y desmovilizados de las Farc que genera temor en la población, en sectores sociales y de izquierda de que se repita los trágicos acontecimientos de extermino como los ocurridos contra líderes de la UP; así como los egos reinantes entre los aspirantes a la Presidencia, las descalificaciones mutuas que acrecientan las diferencias y la división reinante dificultando la posibilidad de un acuerdo de unidad, dando al traste con la posibilidad de convertirse en la alternativa que el país reclama.

Históricamente, la presencia de los sectores políticos de izquierda en la dinámica política del país se ha desarrollado en medio de las diferencias por principios ideológicos y de lucha por su posicionamiento en los procesos sociales y del sindicalismo colombiano. Los mejores momentos de participación en procesos electorales, de estos sectores, ha sido con el surgimiento de la Unión Patriótica, como resultado de la Tregua pactada entre las Farc y el Gobierno en 1986, en las que el candidato presidencial Jaime Pardo Leal, obtiene el 4.6% de la votación y una importante representación en el Congreso, con 8 parlamentarios. La AD-M19 alcanzo el 26% de los votos, en las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, y el candidato del Polo Democrático Alternativo Carlos Gaviria, alcanza el 22% en las elecciones presidenciales del 2006, siendo la más alta votación obtenida por la izquierda en su historia.

En los últimos años se han logrado importantes avances electorales con una significativa representación en el Congreso de la Republica que les  ha permitido asumir una oposición seria, ejerciendo el control político basados en los principios de transparencia y lucha contra la corrupción.

Las condiciones actuales de postconflicto, con un país polarizado entre sectores de extrema derecha, que tienen como propósito hacer trizas los acuerdos de paz y quienes se mantienen en la defensa de los acuerdos de la Habana y la reinserción a la vida política y social de los miembros de las Farc; los escándalos que han puesto al descubierto los alcances de la corrupción, que permeo a las esferas de la justicia y las altas cortes, en lo que se ha denominado como el cartel de las togas; así como a los partidos políticos y sectores empresariales entre otros; creó un nuevo escenario en la que proyectos alternativos independientes y de izquierda están liderando las encuestas de opinión hacia las elecciones presidenciales del 2018, con propuestas dirigidas a recobrar la ética, la moralidad y la transparencia en el ejercicio de la función pública. 

Pero la división reinante en esos sectores políticos,  pueden conducirlos a un debacle electoral, permitiendo la llegada, nuevamente, de la extrema derecha a la Presidencia de la Republica colocando en grave riesgo la implementación de los acuerdos de paz; así como de los avances en los diálogos con el ELN.

Las posibilidades de ganar o pasar a segunda vuelta en la próxima contienda presidencial, no se vislumbran nada fácil para los sectores independientes si insisten en llegar divididos a primera vuelta con candidatos propios, descartando la posibilidad de una coalición amplia de unidad; repitiéndose nuevamente la historia de procesos anteriores en los que se termina respaldando al candidato menos malo de quienes alcanzan el cupo a segunda vuelta.