lunes, 13 de marzo de 2017

Temas para Reflexionar, ante la visita del Papa Francisco




Julio E. Higuera

Con el anuncio oficial del Vaticano confirmando la visita del Papa Francisco a Colombia en el mes de septiembre del presente año, se ha generado un debate en torno a las ciudades que serían visitadas por el Sumo Pontífice. Más allá del derecho legítimo que tiene cada una de las regiones para reclamar la presencia del Prelado de Roma, es necesario centrar la atención en el propósito fundamental de su estadía durante cuatro días en nuestro país. Tres temas concentran la atención de los colombianos que se deben convertir en puntos de reflexión, previos a la llegada de su Santidad a territorio colombiano.

Este acontecimiento es el escenario más propicio para que superemos una etapa de nuestra historia plagada de tanto dolor, guerra y odios y trabajemos unidos para que en nuestro país reine la justicia y el respeto a los derechos ciudadanos, pues como lo manifiesta el Papa Francisco, “el camino que lleva del amor al odio es fácil; al que lleva del oído al amor es más difícil, pero conduce a la Paz”.

La concreción de los acuerdos de paz con las Farc y el avance en los diálogos con el ELN, nos trazan el camino que debemos seguir en la búsqueda de la paz y la reconciliación definitiva entre los colombianos. Por ello cobra gran importancia el reconocimiento y el valor que le da, el Pontífice, a los esfuerzos de paz en Colombia. Llama la atención en que la búsqueda de la paz no es fácil, pues a pesar que ha sido hecha para que la humanidad la construya, alcanzarla es difícil mientras existan sectores que se resistan a aceptarla y continúen alimentando los odios y la retaliación contra quienes optaron por el camino y métodos equivocados para alcanzar sus propósitos.

Para Francisco el valor que le da a la búsqueda de la paz, es que nos salva, nos hace vivir y crecer, mientras que el odio y la guerra nos aniquilan y nos conduce hacia el despeñadero. Enfatiza en que hay que tener memoria de la historia vivida, coraje para afrontar lo que nos entrega el presente y esperanza en el futuro, para superar el dolor de la violencia. Por ello convoca a los colombianos a que “Demos el Primer Paso” en el camino de la reconciliación y la paz definitiva, superando los odios, en el entendido que cuando nos resistimos a la tentación de la retaliación, podemos avanzar en la unión de la nación, ser constructores de una sociedad más justa, equitativa, a la luz de los derechos humanos y de una vida más digna llena de esperanza.

Un segundo tema de reflexión son los escándalos de corrupción que han permeado las estructura del estado, generando escepticismo en el ciudadano sobre la transparencia de los procesos democráticos, en la gestión y contratación en la administración pública. Son muchos los escándalos que envuelven al sector público y privado, especialmente en materia de contratación, que tiene privados de la libertad a representantes de entidades públicas y del sector privado, por el ofrecimiento y recepción de gruesas sumas de dinero o coimas, para la otorgación de millonarios contratos.

Para Jorge Mario Bergoglio la corrupción es un flagelo que se ha vuelto natural, ya hace parte de la personalidad de quienes acuden a esas prácticas, para su enriquecimiento ilegal, y está ligado a las transacciones comerciales y financieras que habitualmente llevan a cabo, así como en la contratación pública, lamenta que esta se convierta en una victoria de la desfachatez impúdica en la contratación pública, sobre la honorabilidad y transparencia que debe caracterizar esos procesos de gestión y contratación.

Una de las más grandes consecuencias de la corrupción, es el daño que causa en materia de inversión social, generando detrimento en los recursos del estado que deben ser orientados a atender las demandas sociales de la comunidad para el mejoramiento de su calidad de vida. El Pontífice nos alienta a  no ser cómplices con esas prácticas fraudulentas que afectan los recursos públicos en beneficio de terceros, enfatizando que la corrupción no podrá contra la esperanza y el respeto a la dignidad humana.  

Finalmente, las profundas desigualdades sociales reinantes en nuestro país, reflejadas en la crisis del sistema de salud, la carencia de servicios fundamentales en amplias zonas de nuestro país en materia de saneamiento básico y del suministro de agua potable a toda la población, como un derecho que tienen los seres humanos; el derecho a una educación de calidad y con plenas garantías de seguridad alimentaria para los educandos, así como la aplicación de medidas tributarias dirigidas a trasladar las consecuencias de la crisis fiscal, generada por el flagelo de la corrupción, al bolsillo de los colombianos de más bajos ingresos, sin afectar las inmensas ganancias del sector financiero y empresarial; son el reflejo de la otra cara de nuestro país, caracterizada por las inequidades existentes, requieren de una politica social mas equitativa y de justicia social con la población mas vulnerable.

Para Francisco la regeneración del tejido social y la lucha contra la desigualdad, pasa por la gran riqueza social de la familia. Enfatiza, que reclamar tierra, techo y trabajo, son derechos que están consagrados en la doctrina social de la iglesia, pues para la iglesia la justicia social no es una forma de limosna, sino una deuda que tienen los Estados para con la sociedad.

La visita del Papa Francisco, nos abre la oportunidad para conocer su pensamiento a partir de su mensaje evangelizador, aproximándonos a lo que para él significa avanzar hacia un país más justo, solidario, equitativo, reconciliado y en paz.