martes, 23 de junio de 2015

PRIMERO LA GENTE



Julio E. Higuera
Politólogo – Univalle

Primero la Gente, porque el objetivo de quien aspira a ser gobernante de una ciudad, municipio o departamento, debe ser principalmente el desarrollo humano, desarrollo que pone en el centro las políticas públicas orientadas a elevar las capacidades y las oportunidades de todas las personas, independientemente de su condición, clase social, orientación política o de creencias religiosas, o de género.

La preocupación de los gobiernos es apostarle a invertir en grandes obras de infraestructura que permita mostrar mas desarrollo y modernidad urbanística; pero que invisibiliza la brecha existente en materia de equidad social. Contrariamente, un buen gobierno muestran un mejor crecimiento en sus políticas, cuando hay un mayor desarrollo que permita reducir la brecha social, atendiendo y mejorando la calidad de vida de las personas en materia de salud, educación, seguridad alimentaria, vivienda, empleo, seguridad ciudadana, lucha contra las desigualdades y la discriminación, en el marco del respeto y protección de los derechos humanos.

En el análisis de las políticas sociales para superar la crisis, se debe considerar el dialogo y la concertación permanente con los ciudadanos, como un proceso de articulación y generador de alianzas, para conocer las consecuencias de la problemática social y desde esa perspectiva emprender las soluciones. El camino para erradicar las desigualdades y alcanzar un mejor bienestar para los ciudadanos, pasa por un profundo cambio en las relaciones entre gobernantes y gobernados, para que las políticas sociales sean más incluyentes, participativas y de beneficio para la población más vulnerable y pobre de la ciudad; entendiendo que el desarrollo humano sostenible exige la atención prioritaria a la gente.

De igual manera las desigualdades incluyen aspectos políticos, sociales y de falta de oportunidades económicas. Una sociedad democrática es aquella que se basa en principios humanistas, en la que estemos en capacidad de compartir la riqueza y no solo distribuir la pobreza; mejorando las oportunidades sociales de los menos favorecidos, promoviendo su acceso al desarrollo social, ambiental, a la cultura, las libertades y a la construcción de ciudadanía, factores que permitan devolver la dignidad humana a miles de personas hoy excluidos. Así mismo, un aspecto fundamental de un buen gobierno es que la ejecución de todos los planes, programas y proyectos se basen en los principios éticos de la transparencia y eficiencia, como elementos que garantizan y salvaguardan nuestros valores y la confianza en nuestras instituciones gubernamentales; promoviendo la democracia participativa, y la participación comunitaria.

viernes, 5 de junio de 2015

¿Las Obras de Cemento y Asfalto Aportan al Bienestar y Calidad de Vida de la Población?



Julio E. Higuera
Politólogo – Univalle.

En estos días, previos a la inscripción oficial de los candidatos a la Gobernación y a las 42 alcaldías del Valle del Cauca, los diferentes aspirantes están trabajando en el diseño del perfil de sus programas de gobierno, con el que se inscribirán ante la Registraduría, e iniciar la ardua campaña de presentar sus propuesta para obtener la mayoría de votos requeridos y levantarse con el cargo al que aspiran.

Venimos de una cultura clientelar del cemento y el asfalto como prioridad en materia de inversión del gobernante de turno, en la que privilegian este tipo de obras; las consideran que aportan al desarrollo de una ciudad o región, relegando a un segundo plano la inversión social, motor para mejorar las condiciones y calidad de vida de la población más vulnerable. Las obras de infraestructura se convierten en el mejor aliado del gobernante, al ser la manera de dejar, en la memoria del ciudadano, la impronta con la que recordaran su gestión de gobierno, y en sus cálculos políticos la mejor estrategia para garantizar la continuidad de su proyecto político y de gobernabilidad, en cuerpo del  candidato que cuente con su aprobación y respaldo.

Se han conocido los resultados de los talleres realizados por la Alianza de Organizaciones de la Sociedad Civil, de la que hacen parte el Observatorio Cali Visible de la Universidad Javeriana, la Unidad de Acción Vallecaucana, Cali como Vamos, la Fundación Alvaralice y Foro Nacional por Colombia; con líderes de diferentes barrios de la ciudad y representantes de agremiaciones empresariales, para identificar los problemas más sensibles de Cali y de esa manera incidir en los programas de gobierno de los candidatos a la Alcaldía de Cali.

En las conclusiones de los talleres se puede observar que temas como la corrupción y los derechos ciudadanos, son transversales a las políticas de inversión social que contribuyan a mejorar la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos, garantizando la transparencia en la contratación y en el manejo de los dineros públicos; priorizando la política social frente a las inversiones de cemento y ladrillo; abogando por una educación de calidad, en condiciones dignas; una política de salud en la que se mejore la calidad en la prestación del servicio; soluciones en materia de tratamiento y recolección de basuras, para que esta sea una ciudad ambientalmente sostenible; alternativas laborales que alejen de la delincuencia y la criminalidad a los jóvenes; medidas que permitan superar la crisis y el mejoramiento en la prestación de los servicios públicos, especialmente de empresas como EMCALI y el MIO; políticas en materia de competitividad y desarrollo económico y de una cultura de convivencia ciudadana, que hagan de Cali una ciudad más sensible, humana, tolerante, con un desarrollo económico y social; en el marco de la promoción y respeto a los derechos humanos.   

El propósito de estos encuentros, es que los candidatos valoren y tengan en cuenta estas propuestas para ser incluidas en sus programas de gobierno. El objetivo es incuestionable, pero las políticas sociales deben ser políticas de estado y no coyunturales o de intencionalidad del gobernante de turno; de ahí la importancia de evaluar sobre los avances y desarrollos de estos temas en materia social de la actual administración municipal, medir su impacto en el mejoramiento en la calidad de vida de la población caleña y al desarrollo económico y social de la ciudad, como insumo que permita establecer que proyectos y programas, por su importancia e impacto social, ameritan darle continuidad.

En la formulación de una política incluyente y de beneficio social, se debe buscar el equilibrio entre lo que se puede considerar como prioridades de inversión en materia de infraestructura y desarrollo urbanístico al servicio de la gente, y en la atención al bienestar social de la  población más vulnerable, rompiendo con esa cultura en la que consideran que el cemento y el asfalto es el mejor amigo de la vida, cuando es, realmente, el bienestar social de los seres humanos.