martes, 7 de mayo de 2013

Carta Abierta del Vicepresidente de la República

Apreciad@s Amig@s: Publicamos el presente documento, Carta Abierta del señor Vicepresidente de la República, Doctor Angelino Garzón, como un aporte que desde el Estado se hace en materia de libertad sindical. 

Angelino Garzón 
Vicepresidente de la República
​“Así como el Estado Colombiano presentó su examen periódico universal en el seno del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, también está en capacidad de hacerlo ante otros organismos internacionales”
Bogotá D.C., 7 de mayo de 2013

​El Estado Colombiano, el pasado 23 de abril presentó de manera voluntaria su examen periódico universal EPU al Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas-ONU.
Los 81 países que intervinieron de todos los continentes reconocieron los avances de Colombia en materia de Derechos Humanos, los esfuerzos en la búsqueda de la Paz y en la protección de los defensores y defensoras de los derechos humanos y de los sindicalistas. Igualmente hicieron recomendaciones y Colombia asumió compromisos voluntarios encaminados a consolidarse como país en progreso con una política integral de respeto a los derechos humanos y a las libertades sindicales.
Este ejercicio ante el Consejo de Derechos Humanos, donde rinden cuenta todos los países que participan en dicho organismo, desarrollados y no desarrollados, grandes y pequeños, fue bien valorado y algunos altos funcionarios y funcionarias de organismos internacionales reconocen el modelo colombiano de colaboración y cooperación con el Sistema de Naciones Unidas.
En tal sentido, sería importante que el Estado en cabeza de los Ministros de Trabajo y del Interior, la Cancillería, el Fiscal General de la Nación y el Procurador General de la República entre otras instituciones del Estado, estudien la posibilidad de presentar un informe conjunto en la próxima reunión del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo-OIT, en Ginebra, Suiza sobre la situación laboral y sindical actual en Colombia.
En dicho informe, sería bueno incluir los mecanismos de protección que hoy se tiene para los afiliados a los sindicatos y los dirigentes sindicales, lo mismo que la postura del Gobierno Nacional de defender al sindicalismo como institución de la democracia y la importancia del dialogo social como forma de entendimiento y construcción de confianzas entre el gobierno, los empresarios y los trabajadores.
Creo que contribuiríamos mucho al desarrollo de la OIT, sí el Estado Colombiano se abanderara de presentar informes periódicos en dicho Organismo sobre su actividad laboral y sindical. Lo mismo pueden hacer otros Gobiernos, los Empresarios y los Sindicatos.  Si ya se hace de manera voluntaria en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU es apenas natural que también se haga en el Consejo de Administración de la OIT, que es parte integrante del Sistema de Naciones Unidas.
Que la comunidad internacional conozca que en Colombia, a pesar de que todos los días luchamos contra la actividad criminal de grupos armados ilegales, llámense guerrillas, bandas criminales, narcotraficantes y delincuencia común, estamos trabajando desde el Gobierno Nacional con los gobiernos locales y regionales, lo mismo que con nuestros empresarios y sindicatos, en garantizar mejores condiciones para la actividad empresarial, sindical, lograr la paz y para ampliar las garantías constitucionales a la población colombiana.
Es bueno que se conozca que en Colombia, el derecho de huelga no puede ser calificado por el poder ejecutivo si no por el poder judicial. Es del pasado la ilegalización de huelgas, de paros o la detención de dirigentes y la cancelación de personerías jurídicas de sindicatos por motivos sindicales como sucedía anteriormente.
Otro avance importante es que en los Tratados de Libre Comercio TLC que Colombia ha firmado con Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea se ha incluido en la agenda nacional los temas laborales, sindicales y de derechos humanos como parte integral de los mismos.
No podemos desconocer que Colombia a pesar de su conflicto armado interno, es uno de los países del mundo que más convenios de la OIT ha ratificado, a diferencia de algunos países desarrollados que sin tener los problemas internos que nosotros tenemos pocos convenios de la OIT han ratificado.
Además, en la Constitución Nacional se garantizan los derechos de asociación, de petición, de negociación colectiva y huelga para los trabajadores y trabajadoras, derechos que hoy quieren ser eliminados o modificados por algunos países bajo el argumento de la salvación económica o de las políticas de ajuste económico.
También con el desarrollo del derecho de negociación colectiva se ha avanzado en mecanismos de formalización laboral en las empresas, de garantías para la actividad sindical y en varias empresas se ha logrado una jornada laboral semanal menor que la legal.
Por recomendación de la OIT, en el año 2010 de nuevo se creó el Ministerio de Trabajo. Desde esa fecha dicho Ministerio se ha caracterizado por el impulso del dialogo social con los dirigentes sindicales, con los empresarios, por la defensa del sindicalismo como institución de la democracia y la búsqueda de acuerdos y programas de cooperación con la OIT, incluyendo los relacionados con la solución dialogada y amistosa en Colombia de muchos conflictos laborales que han sido materia de estudio en el Comité de Libertad Sindical de la OIT.
Colombia no oculta sus dificultades y tal como lo dijimos en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, no la queremos mostrar como el país de las maravillas.
Reconocemos que todavía tenemos desafíos por resolver como la falta de mayor equidad social, de continuar luchando contra los altos niveles de impunidad y por una pronta justicia, de que todos los empresarios colombianos tanto urbanos como rurales vean en los trabajadores sus aliados estratégicos, en la existencia de los sindicatos como un derecho de los trabajadores.  Igualmente nos falta avanzar más en la formalización laboral, ampliar la cobertura y eficacia del sistema de seguridad social, en acabar tanta intermediación en el empleo y disminuir el trabajo infantil.
Reconocer públicamente los desafíos, no significa desconocer los esfuerzos que están haciendo tanto el Gobierno como el Estado actualmente para superarlos como son la lucha contra la pobreza, garantizar y proteger los derechos de las mujeres, reducir el desempleo, consolidar las mesas de dialogo con la población afrocolombiana e indígena y procurar una pronta justicia con la colaboración de todas las instancias del Estado.
La violencia no es política de Estado ni de las empresas. En Colombia la hacen personas vinculadas a grupo armados ilegales que nada tienen que ver con el Estado, pero sus promotores intelectuales si saben que amenazando o asesinando personas vinculadas al sindicalismo , a la defensa de los derechos humanos, a la restitución de tierras, a la reparación de las víctimas, al periodismo, a las empresas y muchas veces a cargos públicos, quieren impedir el desarrollo de una política en favor de los derechos humanos, del sindicalismo o al logro de la paz en Colombia.
Una vez más reafirmamos que están equivocados. Con el terror, el miedo y la violencia no lograrán sus objetivos y mientras haya un solo sindicalista o dirigente sindical amenazado o asesinado el Gobierno lo considerará como un hecho muy grave contra el propio Gobierno, la democracia, la convivencia pacífica, la libertad de empresa y el derecho a la libertad sindical.
Estos avances que hemos logrado, incluyendo los temas culturales en favor del sindicalismo y de la actividad sindical en nuestro país, los hemos logrado no solo por la disposición del Presidente Juan Manuel Santos Calderón, sino también, por la actividad permanente del movimiento sindical internacional, de las tres centrales sindicales, de los gremios empresariales colombianos y la colaboración permanente de la OIT, de la sociedad civil y de la comunidad internacional en Colombia.
El Estado Colombiano lo que solicita de los gobiernos, de los sindicatos y de los empresarios representados en la OIT, no son respaldos ni aplausos incondicionales sino colaboración y compresión para superar los desafíos que aún tenemos, lo mismo que para consolidar en Colombia los avances en materia económica, social e institucional, lo cuales son reconocidos por el conjunto de la comunidad internacional.
Por ejemplo, en el camino de lograr la paz para Colombia consideramos que todas las Organizaciones y Estados que hacen parte de la OIT, son fundamentales para la firma de un acuerdo en los diálogos que actualmente se adelantan con la guerrilla de las farc en la Habana-Cuba.  Esa es la voluntad del Gobierno como también la de continuar reparando a las víctimas del conflicto armado interno y restituir la tierra a la población desplazada.
Una vez más, invitamos a la sociedad civil y la comunidad internacional para que por encima de las desconfianzas y dudas que tengamos, nos unamos para seguir trabajando por una Colombia mejor, donde respetemos los Derechos Humanos, garanticemos la actividad de las empresas, de los sindicatos y los derechos de los trabajadores y trabajadoras a vivir mejor, en paz y en tranquilidad.

Angelino Garzón 
Vicepresidente de la República

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