martes, 17 de febrero de 2015

¿Sera Posible una Consulta Interpartidista, por una Cali Pluralista, Democrática, Participativa y Comprometida con la Paz?



Julio E. Higuera
Politólogo – Universidad del Valle

Los Partidos y Movimientos Políticos, han iniciado el proceso de selección de  los candidatos y/o precandidatos a la alcaldía de Cali, así como ciudadanos, hombres y mujeres, que optan por inscribirse con firmas.

Hasta la fecha hay 25 aspirantes que han anunciado su intención de poner a consideración su nombre para ocupar el primer cargo de la ciudad. Los partidos que hacen parte de la unidad nacional avanzan en la búsqueda de acuerdos que les permita presentarse con candidatos únicos en las elecciones regionales. Pero en las asambleas de los Partidos de la U y Liberal, se oficializaron las precandidaturas de miembros de esas colectividades políticas, 4 en el partido liberal y 3 en la U,  mientras tanto los demás partidos empiezan a mover los nombres de quienes consideran serian sus candidatos; el Partido Conservador y Cambio Radical cuentan cada uno con 1 candidato, mientras que sectores de los Verdes y Progresistas han inscrito 2 aspirantes.

En el Polo Democrático Alternativo hay 2 precandidatos y cerca de 10 aspirantes que aun no cuentan con el aval de partido alguno, o aspiran inscribirse por firmas. Aun falta que el Centro Democrático decida si presenta candidatos propios o se inclinan por brindarle el respaldo al candidato que sea más afín al uribismo, y que el Partido de la U defina, oficialmente, si le otorga el aval al Ex vicepresidente Angelino Garzón, quien cuenta con los más altos índices de imagen favorable y preferencias electorales para la Alcaldía de Cali.

El interés de las diferentes fuerzas por ganar mayores espacios en el poder local, hace que la construcción de acuerdos no sea una tarea fácil, especialmente para los partidos que hacen parte de la coalición de gobierno. Las asambleas de los liberales y la U, realizada en días pasados, dejaron vislumbrar que no existe, aún, acuerdos para que haya candidato de uno u otro partido para la alcaldía de Cali, mientras que Cambio Radical ha manifestado interés en tener candidato propio para ese cargo, lo que hace más compleja la tarea de alcanzar el consenso entre esas fuerzas políticas.

La decisión del Partido Liberal de acompañar a la Unidad Nacional hasta el 7 de agosto del 2018 y presentarse con candidato propio a las próximas elecciones presidenciales, el distanciamiento de dirigentes del Partido de la U con el Vicepresidente German Vargas Lleras, a quien no ven con buenos ojos como el próximo candidato presidencial, hace que desde ahora las diferentes fuerzas busquen su recomposición en el escenario regional, con miras a las elecciones para Congreso y Presidencia del 2018, en donde el poder local va a ser determinante, en la elección del nuevo Congreso de la República  y del nuevo Presidente de los Colombianos.

Este  panorama, en el que se llevara a cabo este proceso electoral, está cruzado por un país fragmentado entre los sectores que le apuestan y apoyan los diálogos de la Habana y aquellos que ven con desconfianza este proceso de paz;  polarización que tendrá incidencia ante la eventual firma de los acuerdos de paz, que culminaría con una etapa de posconflicto,  proceso que debe ser asumido por los nuevos mandatarios locales, especialmente en Cali, una de las ciudades más afectadas por el conflicto armado y el desplazamiento forzado.

Frente a un escenario tan complejo y lleno de desconfianzas, y como un paso importante en la construcción de una cultura de dialogo y convivencia en medio de la diferencia, seria trascendental que los partidos políticos, así como los aspirantes a la alcaldía de Cali, construyeran un acuerdo que permitiera convocar a una consulta interpartidista, en la que asuman el compromiso de acudir al ciudadano, para que en un proceso democrático abierto,  expresen que aspirante, de los que se sometan a esa consulta, interpreta y representa las expectativas de la población en materia de política social, equidad, reconciliación y paz.

La importancia de una consulta, es que el ciudadano es participe en el proceso de selección del candidato que representara a los sectores comprometidos con ese ejercicio democrático; además los resultado serian aceptados y respetados por las colectividades y precandidatos convocantes. Es un avance en la democratización de las estructuras políticas partidistas, rompiendo con esquemas burocráticos en la designación de los candidatos y en las decisiones que se adoptan.

Este panorama es el mejor escenario para enviar, desde Cali, un mensaje de unidad en la diferencia, en torno a propósitos democráticos y altamente humanistas, como son la paz y reconciliación,  haciendo de nuestra ciudad un ejemplo de pluralismo político y social, de fortalecimiento de la democracia participativa y de convivencia ciudadana.

¿Sera que nuestra clase política y los partidos, harían posible que este propósito sea una oportunidad para tener una Cali prospera, unidad en torno al bienestar de sus habitantes? 


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