Julio
E. Higuera
Politólogo
Las opiniones
que vienen manifestando algunos voceros de colectividades políticas, haciendo
señalamientos denigrantes en contra de partidos y dirigentes políticos, de vínculos
o alianzas con organizaciones al margen de la ley, se constituye en un problema
en la actual campaña electoral y son una muestra clara del grado de
intolerancia hacia las decisiones que los individuos, en una
sociedad democrática, toman en uso del pleno derecho a la ciudadanía.
Colombia
viene avanzando hacia una cultura de dialogo, la tolerancia y de convivencia en
medio de la diferencia. El encuentro del Gobierno Nacional con el Centro Democrático,
es un claro ejemplo, que pese a las diferencias se puede construir canales de entendimiento,
basados en el respeto y el reconocimiento a las opiniones y decisiones de cada
una de las partes.
Ese episodio, positivo, debe convocar a los
diferentes sectores y dirigentes políticos, a que en la actual coyuntura
electoral, más que las calumnias y señalamientos, hacia miembros de otras
colectividades políticas, sin contar con decisiones judiciales previas,
construyamos una cultura del dialogo, la tolerancia y el respeto hacia la
diversidad política y de opiniones, en la que se pueda expresar libremente las
diferencias y velando por la participación de los diferentes sectores de la
sociedad. Grave daño le hace a nuestra democracia las descalificaciones,
simplemente para dejar sentado su desacuerdo con una decisión política. El uso
de un lenguaje moderado y responsable, es un acto de madurez política y de cultura
democrática, en la que se pone a prueba cuando somos capaces de respetar la
igualdad y la libertad de quienes más distan de nuestra opinión política.
La
tolerancia política consiste en aceptar y respetar los derechos y libertades
civiles de las personas y los grupos cuyas opiniones difieren de las nuestras.
Todos los ciudadanos, incluidos los dirigentes políticos, tenemos la
responsabilidad de practicar la tolerancia política, rechazando comportamientos
basados en dogmas o actitudes de que mis opiniones son la verdad revelada y mis
actuaciones son las únicas correctas y transparentes.
Que
importante sería, en este periodo electoral, se formulara y respetara un código de conducta que fomente la tolerancia
política, especialmente frente a las decisiones de los diferentes aspirantes a cargos
de elección popular a nivel municipal y regional, acudiendo a un discurso
basado en hechos y decisiones ya fallados, sin caer en el terreno de las especulaciones,
el escarnio e insulto a nuestros contradictores.
- El presente artículo compromete el pensamiento y la opinión de su autor.
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