Apreciad@s Amig@s: Publicamos el presente documento, Carta Abierta del señor Vicepresidente de la República, Doctor Angelino Garzón, como un aporte que desde el Estado se hace en materia de libertad sindical.
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Angelino Garzón
Vicepresidente de la República |
“Así como el Estado Colombiano presentó su examen periódico universal
en el seno del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, también está en capacidad
de hacerlo ante otros organismos internacionales”
Bogotá D.C., 7 de mayo de 2013
El Estado Colombiano, el pasado 23 de abril presentó de manera
voluntaria su examen periódico universal EPU al Consejo de Derechos Humanos de
la Organización de Naciones Unidas-ONU.
Los 81 países que intervinieron de todos los continentes reconocieron
los avances de Colombia en materia de Derechos Humanos, los esfuerzos en la
búsqueda de la Paz y en la protección de los defensores y defensoras de los
derechos humanos y de los sindicalistas. Igualmente hicieron recomendaciones y
Colombia asumió compromisos voluntarios encaminados a consolidarse como país en
progreso con una política integral de respeto a los derechos humanos y a las
libertades sindicales.
Este ejercicio ante el Consejo de Derechos Humanos, donde rinden cuenta
todos los países que participan en dicho organismo, desarrollados y no
desarrollados, grandes y pequeños, fue bien valorado y algunos altos
funcionarios y funcionarias de organismos internacionales reconocen el modelo
colombiano de colaboración y cooperación con el Sistema de Naciones Unidas.
En tal sentido, sería importante que el Estado en cabeza de los
Ministros de Trabajo y del Interior, la Cancillería, el Fiscal General de la
Nación y el Procurador General de la República entre otras instituciones del Estado,
estudien la posibilidad de presentar un informe conjunto en la próxima reunión
del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo-OIT,
en Ginebra, Suiza sobre la situación laboral y sindical actual en Colombia.
En dicho informe, sería bueno incluir los mecanismos de protección que
hoy se tiene para los afiliados a los sindicatos y los dirigentes sindicales,
lo mismo que la postura del Gobierno Nacional de defender al sindicalismo como
institución de la democracia y la importancia del dialogo social como forma de
entendimiento y construcción de confianzas entre el gobierno, los empresarios y
los trabajadores.
Creo que contribuiríamos mucho al desarrollo de la OIT, sí el Estado
Colombiano se abanderara de presentar informes periódicos en dicho Organismo
sobre su actividad laboral y sindical. Lo mismo pueden hacer otros Gobiernos,
los Empresarios y los Sindicatos. Si ya se hace de manera voluntaria en
el Consejo de Derechos Humanos de la ONU es apenas natural que también se haga
en el Consejo de Administración de la OIT, que es parte integrante del Sistema
de Naciones Unidas.
Que la comunidad internacional conozca que en Colombia, a pesar de que
todos los días luchamos contra la actividad criminal de grupos armados
ilegales, llámense guerrillas, bandas criminales, narcotraficantes y
delincuencia común, estamos trabajando desde el Gobierno Nacional con los
gobiernos locales y regionales, lo mismo que con nuestros empresarios y
sindicatos, en garantizar mejores condiciones para la actividad empresarial,
sindical, lograr la paz y para ampliar las garantías constitucionales a la
población colombiana.
Es bueno que se conozca que en Colombia, el derecho de huelga no puede
ser calificado por el poder ejecutivo si no por el poder judicial. Es del
pasado la ilegalización de huelgas, de paros o la detención de dirigentes y la
cancelación de personerías jurídicas de sindicatos por motivos sindicales como
sucedía anteriormente.
Otro avance importante es que en los Tratados de Libre Comercio TLC que
Colombia ha firmado con Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea se ha
incluido en la agenda nacional los temas laborales, sindicales y de derechos
humanos como parte integral de los mismos.
No podemos desconocer que Colombia a pesar de su conflicto armado
interno, es uno de los países del mundo que más convenios de la OIT ha
ratificado, a diferencia de algunos países desarrollados que sin tener los
problemas internos que nosotros tenemos pocos convenios de la OIT han
ratificado.
Además, en la Constitución Nacional se garantizan los derechos de
asociación, de petición, de negociación colectiva y huelga para los
trabajadores y trabajadoras, derechos que hoy quieren ser eliminados o
modificados por algunos países bajo el argumento de la salvación económica o de
las políticas de ajuste económico.
También con el desarrollo del derecho de negociación colectiva se ha
avanzado en mecanismos de formalización laboral en las empresas, de garantías
para la actividad sindical y en varias empresas se ha logrado una jornada
laboral semanal menor que la legal.
Por recomendación de la OIT, en el año 2010 de nuevo se creó el
Ministerio de Trabajo. Desde esa fecha dicho Ministerio se ha caracterizado por
el impulso del dialogo social con los dirigentes sindicales, con los empresarios,
por la defensa del sindicalismo como institución de la democracia y la búsqueda
de acuerdos y programas de cooperación con la OIT, incluyendo los relacionados
con la solución dialogada y amistosa en Colombia de muchos conflictos laborales
que han sido materia de estudio en el Comité de Libertad Sindical de la OIT.
Colombia no oculta sus dificultades y tal como lo dijimos en el Consejo
de Derechos Humanos de la ONU, no la queremos mostrar como el país de las
maravillas.
Reconocemos que todavía tenemos desafíos por resolver como la falta de
mayor equidad social, de continuar luchando contra los altos niveles de
impunidad y por una pronta justicia, de que todos los empresarios colombianos
tanto urbanos como rurales vean en los trabajadores sus aliados estratégicos,
en la existencia de los sindicatos como un derecho de los trabajadores.
Igualmente nos falta avanzar más en la formalización laboral, ampliar la
cobertura y eficacia del sistema de seguridad social, en acabar tanta
intermediación en el empleo y disminuir el trabajo infantil.
Reconocer públicamente los desafíos, no significa desconocer los
esfuerzos que están haciendo tanto el Gobierno como el Estado actualmente para
superarlos como son la lucha contra la pobreza, garantizar y proteger los derechos
de las mujeres, reducir el desempleo, consolidar las mesas de dialogo con la
población afrocolombiana e indígena y procurar una pronta justicia con la
colaboración de todas las instancias del Estado.
La violencia no es política de Estado ni de las empresas. En Colombia la
hacen personas vinculadas a grupo armados ilegales que nada tienen que ver con
el Estado, pero sus promotores intelectuales si saben que amenazando o
asesinando personas vinculadas al sindicalismo , a la defensa de los derechos humanos,
a la restitución de tierras, a la reparación de las víctimas, al periodismo, a
las empresas y muchas veces a cargos públicos, quieren impedir el desarrollo de
una política en favor de los derechos humanos, del sindicalismo o al logro de
la paz en Colombia.
Una vez más reafirmamos que están equivocados. Con el terror, el miedo y
la violencia no lograrán sus objetivos y mientras haya un solo sindicalista o
dirigente sindical amenazado o asesinado el Gobierno lo considerará como un
hecho muy grave contra el propio Gobierno, la democracia, la convivencia
pacífica, la libertad de empresa y el derecho a la libertad sindical.
Estos avances que hemos logrado, incluyendo los temas culturales en
favor del sindicalismo y de la actividad sindical en nuestro país, los hemos
logrado no solo por la disposición del Presidente Juan Manuel Santos Calderón,
sino también, por la actividad permanente del movimiento sindical
internacional, de las tres centrales sindicales, de los gremios empresariales
colombianos y la colaboración permanente de la OIT, de la sociedad civil y de
la comunidad internacional en Colombia.
El Estado Colombiano lo que solicita de los gobiernos, de los sindicatos
y de los empresarios representados en la OIT, no son respaldos ni aplausos
incondicionales sino colaboración y compresión para superar los desafíos que
aún tenemos, lo mismo que para consolidar en Colombia los avances en materia
económica, social e institucional, lo cuales son reconocidos por el conjunto de
la comunidad internacional.
Por ejemplo, en el camino de lograr la paz para Colombia consideramos
que todas las Organizaciones y Estados que hacen parte de la OIT, son
fundamentales para la firma de un acuerdo en los diálogos que actualmente se
adelantan con la guerrilla de las farc en la Habana-Cuba. Esa es la
voluntad del Gobierno como también la de continuar reparando a las víctimas del
conflicto armado interno y restituir la tierra a la población desplazada.
Una vez más, invitamos a la sociedad civil y la comunidad internacional
para que por encima de las desconfianzas y dudas que tengamos, nos unamos para
seguir trabajando por una Colombia mejor, donde respetemos los Derechos
Humanos, garanticemos la actividad de las empresas, de los sindicatos y los
derechos de los trabajadores y trabajadoras a vivir mejor, en paz y en
tranquilidad.
Angelino Garzón
Vicepresidente de la República
Vicepresidente de la República
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