Julio E. Higuera
Director
Ejecutivo
Corporación Concertemos
Fue
precisamente, en la posesión del Presidente Barack Obama como mandatario de los
norteamericanos, a comienzos de 2009, que surge
el concepto de “Gobierno Abierto”, sustentado
en tres pilares: “Transparencia,
Participación y Colaboración”. Al
promulgar el Memorando sobre Transparencia y Gobierno Abierto, Obama destaco
que en su administración se comprometía a crear
un nuevo nivel de apertura en el Gobierno; “Vamos a trabajar juntos para
reafirmar la confianza pública y establecer un sistema de transparencia,
participación pública y colaboración”.
Un
Gobierno Abierto tiene como principio la apertura en las decisiones de gobierno
y de la administración pública a todas las instancias de la sociedad, promoviendo espacios de diálogo y concertación
en la toma de decisiones, potenciando la participación y el
compromiso ciudadano, incrementando los niveles de confianza de la ciudadanía para
con las instituciones publicas; mejorando la calidad, eficacia y eficiencia de
la administración pública, solucionando las
diversas demandas y necesidades de los ciudadanos, cimentando
las bases de un auténtico gobierno democrático, soportados en principios de
equidad social, integridad y transparencia,.
Una política
de apertura implica que el gobernante asume el compromiso de garantizar que en su
administración y gestión de gobierno, la
comunidad pueda ejercer el control social, es decir, que estén abiertos al
escrutinio de la ciudadanía. Este proceso de participación y control social
debe acompañarse con la generación de espacios de diálogo social, como
escenarios de encuentro de la comunidad
con las diferentes instancias de gobierno, en las que puedan participar
en las decisiones de gobierno, aportando en la búsqueda de soluciones a la
problemática social que afrontan, encauzando el potencial creativo de la
ciudadanía y las organizaciones sociales en beneficio del conjunto de la
sociedad.
El
Dialogo Social, la apertura de la información, acudiendo a los nuevos
desarrollos tecnológicos que hoy el mundo nos brinda, y el acceso de los
ciudadanos a ella, permite mejorar los niveles de transparencia; las comunidades
pueden formarse una opinión objetiva sobre el estado de la sociedad, las
instituciones públicas y la gestión de nuestros gobernantes; se evita la
corrupción; se fomenta la participación ciudadana en las decisiones de
gobierno; aumenta la calidad de los procesos de decisión política; permite a
los ciudadanos y las organizaciones sociales hacer valer sus derechos; hace
crecer la confianza de los ciudadanos en los procesos de gobierno; aumenta la
eficacia en la administración pública, y por ende su competitividad,
legitimando la acción de los gobernantes.
El
25 de octubre del 2015 elegiremos Gobernador o Gobernadora y Alcaldes o
Alcaldesas en los 42 municipios del Valle del Cauca. Oportuna esta coyuntura
para abrir el debate en torno a esta propuesta de participación democrática;
para que los aspirantes a la Gobernación y las Alcaldías Municipales, en sus
campañas, formulen iniciativas en torno a un modelo de Gobierno Abierto y
Participativo, que implementarían si son elegidos como gobernante regional o municipal, basado
en principios como la transparencia, la participación y colaboración ciudadana
en la administración pública, de lucha
frontal contra la corrupción y por una política de inversión social más
equitativa que ayude a mejorar la calidad de vida de la población más
vulnerable y pobre de la región, como un aporte a la construcción de una
sociedad más prospera y de una cultura de paz y convivencia ciudadana .
No basta con conocer y exponer una política de puertas abiertas a la comunidad. No basta con plantear dentro de una plataforma política o de gobierno la participación ciudadana. Todo mandatario debe concretar con la comunidad los mecanismos que harán efectiva esa participación y establecer instrumentos que los blinden verdaderamente de la politiquería, Lo demás es letra muerta porque desde la constituyente se crearon formas de participación ciudadana que no han tenido un impacto importante en la ejecución de los programas. Las propuestas sofistas se caracterizan por plantear cosas bonitas que a la hora de la verdad no contribuyen en nada en el desarrollo del pensamiento o de la sociedad. Le invito amigo Higuera a que formule propuestas desde este portal, indicando el problema y la posible solución, solo así pasaríamos del discurso a la acción, de la teoría a la practica, del sofisma a la realidad, de la filosofía del deber ser al auténtico estado del arte.
ResponderEliminarValiosos sus aportes, pero precisamente cuando hablamos de participación es eso, que a partir de las experiencias ciudadanas podamos plantear algunas formas de participación; aca no se trata que desde mi conocimiento y opinión diga como debe ser la participación ciudadana, sino por el contrario tanto ustedes, como ciudadanos activos, como los aspirantes a ser los proximos gobernantes, pueden aportar sus iniciativas en torno al tema y asi colectivamente formular una propuesta de cara a las elecciones del 2015. Saludos
ResponderEliminarCuente conmigo cuando quiera que disertemos sobre este tema. Desde mi personal criterio estoy convencido que las formas de participación ciudadana han sido manipuladas por quienes han ejercido el poder, con la connivencia o complicidad de la jurisdicción que cada vez se inventa protocolos que impiden la acción popular. Por ejemplo: Los cabildos abiertos en el Gobierno del doctor Álvaro Uribe Velez fueron convertidos en consejos comunitarios donde se burla al consittuyente primario al hacerle creer que es escuchado, cuando lo único que ocurria alli era una hoguera de las vanidades que no solucionaba nada; entre otros casos muy importantes de otros gobernantes, de allí mi propuesta de repensar alternativas de verdadera participación.
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