Julio
E. Higuera*
Son muchas y profundas las
heridas que ha dejado el conflicto armado en Colombia, en el que estamos
envueltos por más de cinco décadas. Para la sociedad no es fácil olvidar el
desangre en el que hemos vivido las últimas generaciones, como resultado de las
acciones violentas, masacres y actos terroristas contra población inerme, los secuestros
llevados a cabo por los grupos guerrilleros, paramilitares y del narcotráfico,
pero también los actos criminales de algunos sectores de la fuerzas armadas y
de la clase política colombiana, con un alto costo de vidas humanas y del
desplazamiento de millones de colombianos que debieron abandonar sus regiones,
huyéndole a los enfrentamientos armados en amplias zonas con presencia de
población civil y campesina indefensa.
La
búsqueda de la paz, a través del dialogo del gobierno nacional con las
guerrillas de las Farc y el ELN, nos aproximan al camino para poner fin a este
conflicto de más de medio siglo. Pero la paz no se alcanza sino existe un clima
de compresión y tolerancia, despojándonos de los odios y resentimientos. Solo
en la medida en que los colombianos dejemos de ser prisioneros de los odios y
deseos de venganza, pero también que aquellos sectores políticos, Altos
Funcionarios del Estado y medios de comunicación, que consideran que la salida
debe ser militar, haciendo apología al odio, como una medio de expresar su oposición
a los diálogos que se llevan a cabo en la Habana; entiendan que el mejor camino
que pueda escoger Colombia es el de la paz y la reconciliación, para crear un
clima de libertad y equidad social y no la polarización política entre los
amigos de la paz y los que abogan por la continuidad del conflicto.
El
líder Sudafricano Nelson Mandela, símbolo de la lucha contra el Apartheid y la
discriminación racial, al dejar la prisión en la que estuvo recluido injustamente
por más de 27 años, después de sufrir todo tipo de vejámenes y violación a los
derechos humanos, motivos suficientes para sentir odio y rencor contra el
régimen de segregación racial en Sudáfrica; mantuvo una actitud de perdón y
conciliación, manifestando que al salir hacia la libertad, sabía que tenía que
dejar toda ira, odio o resentimiento, porque de lo contrario seguiría siendo un
prisionero y sin libertad difícilmente encontraría la felicidad.
Romper
con la cultura del odio y los resentimientos, no es sinónimo de olvido, sino es
el camino que nos permitirá crear las condiciones materiales y espirituales
para pasar de un estado de guerra a una situación de paz, puesto que el odio
conduce a la discrepancia, a tener comportamientos basados en hacer daño,
generando división en la población, mediante la calumnia y la desinformación, haciendo
creer que el camino de la paz y la reconciliación, conducirá a la impunidad para
los guerrilleros de las Farc desmovilizados.
Reconocer
los actos violentos y errores cometidos, pedir perdón a sus víctimas, así como
el compromiso de reparación y no repetición, el sometimiento a la justicia transicional,
son acciones que van a permitir que este proceso no esté cubierto con el manto
de la impunidad y por el contrario abre las puertas, para que reinterpretemos
acontecimientos dolorosos del pasado, para superar el dolor y los sentimientos
de odio y venganza. El Perdón y la Reconciliación se constituye en el mejor
activo de un pueblo para avanzar en la construcción de una sociedad más
tolerante, respetuosa, dispuesta a convivir en medio de la diferencia y sobre
todo comprometida con el desarrollo político, económico y social, fortaleciendo
los valores de la democracia y la participación ciudadana.
*
Profesional en
Estudios Políticos y Resolución de Conflictos. Especializado en Cultura de Paz
y Derecho Internacional Humanitario
Me parece excelente este artículo. No sólo en Colombia, en TODO EL MUNDO es necesario ese espíritu de reconciliación, de comprensión, de compasión y de perdón para lograr UN VERDADERO BIENESTAR SOCIAL. De lo contrario nos precipitaremos hacia el desastre final.
ResponderEliminarMe parece excelente este artículo. No sólo en Colombia, en TODO EL MUNDO es necesario ese espíritu de reconciliación, de comprensión, de compasión y de perdón para lograr UN VERDADERO BIENESTAR SOCIAL. De lo contrario nos precipitaremos hacia el desastre final.
ResponderEliminarMe gusto el articulo, si el Pais iba por buen camino y lo tomo desde el año 1972 - 2012 ¿que paso entonces? ¿Por qué si Colombia parecía enrumbarse hacia una sociedad más
ResponderEliminardemocrática y pluralista terminó de nuevo envuelta en un ciclo de violencia que, bajo
muchos aspectos, incluso superó los peores años del período de la Violencia? ¿Por qué en
América Latina se terminaron los conflictos armados y en Colombia habrían de perdurar
hasta hoy? ¿Por qué fuimos la única excepción?. debemos de vivir en una sociedad incluyente y participativa sin retrovisor.
Siempre he considerado acertada tu apreciación sobre la posición que debemos observar sobre los acuerdos para lograr la pacificación del país. El inconsciente colectivo se ha ido orientando de una manera desordenada con tendencia a la polarización, desvirtuando los beneficios que traería a la sociedad la abolición del conflicto armado. Creo que al gobierno a pesar que ha jugado su capital político, ha guardado silencio sobre los avances en los temas que se tratan en las negociaciones, posición que lo deja en desventaja frente a sus contrapartes (la guerrilla y los detractores del proceso) que son mucho más mediáticos, por eso, es necesario que todos entendamos la necesidad de difundir, por los medios a nuestro alcance, las bondades del objetivo final para lograr posicionar en la comunidad, en los ciudadanos comunes y corrientes, que de la desmovlización de las FARC las mayorías seremos favorecidos al terminarse la primacía de la inversión militar y el fortalecimiento de la ciudadanía, redundando en inversión social.
ResponderEliminarDebemos de buscar la paz, y vivir en una sociedad que sea incluyente de lo contrario hay que perdurar buscar una salida pacifica con educación y empezar a construir país
ResponderEliminarDebemos de buscar la paz, y vivir en una sociedad que sea incluyente de lo contrario hay que perdurar buscar una salida pacifica con educación y empezar a construir país
ResponderEliminarDebemos de buscar la paz, y vivir en una sociedad que sea incluyente de lo contrario hay que perdurar buscar una salida pacifica con educación y empezar a construir país
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