Julio E. Higuera
Politólogo
Reflexionar sobre los efectos de una información en
terceros y si podemos relacionarlo con un daño colateral, es una necesidad
frente a las últimas noticias emitidas por la FM y su Directora Vicky Dávila, en
las que difunden un video que involucra al Ex viceministro del Interior Carlos
Ferro, y que para la Directora de la FM, son parte de las pruebas con que
cuenta la Procuraduría para investigar al Ex director de la Policía Nacional, Rodolfo
Palomino, en el escándalo de la existencia de una red de prostitución al interior de la
institución, denominada la “comunidad del anillo”. Justifica la publicación de
ese video, bajo el argumento que “las victimas están en el medio”.
El concepto de daño colateral se aplica normalmente
en el contexto de las acciones de guerra y tiene que ver con el daño no
intencional o accidental de una acción que afecta a víctimas civiles, en el propósito
de obtener un triunfo superior.
En el manejo de las noticias, los medios de comunicación
debe buscar que el contenido de la información no esté motivado por intereses
particulares que pueda generar una percepción fragmentada de la realidad e
incluso distorsionarla, erosionando la credibilidad del medio de comunicación,
ocasionando una especie de daño colateral al medio de comunicación que difunde
ese tipo de chivas periodísticas, incurriendo en prácticas que faltan a la ética
periodística.
El respeto a la vida privada de los ciudadanos, es
un derecho constitucional en una sociedad democrática y garante de los derechos
humanos, lo que obliga al manejo responsable y objetivo de cualquier
información que pueda afectar la integridad personal, así como de su entorno
familiar. La difusión de un video de un dialogo consentido entre dos personas
adultas, en el que no se comprueba la existencia de algún delito que sirva a la
investigación de la Procuraduría; se convierte en una especie de daño colateral
a la información, en la que se empaña el buen nombre de una familia inocente víctimas
de esa nota periodística, causándole un dolor innecesario y se desvirtúa el
trabajo periodístico e investigativo que venían realizando sobre el tema.
Este lamentable suceso, es un llamado para que el
periodismo asuma con responsabilidad el manejo de la información que se le
suministra a la opinión pública, sin caer en el morbo para subir el rating, afectando
a personas inocentes, y nos debe hacer entender que hay un límite entre la vida
privada de las personas y sus actuaciones como funcionarios o servidores públicos
con responsabilidades en el Estado, para así evitar traspasar esos límites que
se fijan, en el marco del respeto a los derechos humanos de los ciudadanos.
Gracias....más claro no se puede...hay q buscar justicia sin atropellar a nadie.
ResponderEliminarEs fundamental que la verdad salga a la luz pública, es dificil reflejar una realidad
ResponderEliminarsin afectar a los implicados, lógicamente que los periodistas deben hacer su ejercicio con mucho profesionalismo y con mucho tacto.